LA FELICIDAD COMO ESTRATEGIA: UNA RADIOGRAFÍA DEL BIENESTAR
Prevención
En un mundo laboral en transformaciónconstante, donde las prioridades cambian y los desafíos se complejizan, la pregunta sobre qué hace felices a quienes trabajan cobra una gran relevancia. En este contexto, el estudio sobre la felicidad de los trabajadores uruguayos, realizado por ManpowerGroup y Opción Consultores y presentado en marzo con el auspicio de SerenaMente, ofrece una primera radiografía del bienestar laboral en el país. Los hallazgos no solo sorprenden:
interpelan.
Según la encuesta, realizada sobre una muestra de 618 personas ocupadas, el 71% de los trabajadores se considera bastante o muy feliz. Sin embargo, este optimismo se atenúa cuando se consulta por la satisfacción general con la vida: solo un 63% se declara satisfecho o muy satisfecho.
Esta brecha sugiere que, si bien el trabajo puede ser fuente de bienestar inmediato, otras dimensiones vitales aún reclaman atención.
Uno de los datos más reveladores del informe es que el equilibrio entre la vida personal y laboral aparece como el factor más importante al momento de elegir un trabajo, mencionado por el 51% de los encuestados. Le siguen el ambiente laboral y la remuneración, dejando claro que la calidad del entorno pesa tanto como el salario. De hecho, el ambiente laboral se posiciona como el principal factor que genera felicidad en el ámbito profesional, superando incluso a la retribución económica. Esto marca una inflexión en la forma en que los uruguayos valoran su experiencia laboral: hoy, sentirse escuchado, reconocido y en armonía con su entorno laboral vale tanto —o más— que la compensación económica.
No obstante, las organizaciones aún tienen desafíos pendientes. Solo el 55% siente que recibe suficiente reconocimiento por su labor y apenas el 52% percibe oportunidades reales de desarrollo profesional. Las mujeres, en particular, expresan niveles más bajos de satisfacción en ambos aspectos, lo que evidencia desigualdades persistentes en el acceso al bienestar laboral.
El estudio también expone notorias diferencias por sector: mientras en la industria el 79% recomendaría su lugar de trabajo, en el comercio este indicador cae al 44%. Estas disparidades sugieren que no basta con promover un discurso sobre el bienestar; es necesario implementar políticas concretas, adaptadas a cada realidad organizacional. En este escenario, las iniciativas vinculadas con la salud emocional y el bienestar integral cobran gran relevancia.
Un dato clave es que siete de cada diez trabajadores perciben que su trabajo contribuye positivamente a su bienestar emocional y mental, un indicio de que la dimensión psicológica del trabajo se ha vuelto central. Sin embargo, el estrés pospandemia dibuja un panorama diverso: un 28% de los trabajadores declara sentir más estrés que antes, mientras que un 33% ha experimentado una disminución en su nivel de estrés, siendo las mujeres y las personas de mediana edad quienes presentan mayores niveles de aumento. Estos datos reafirman la necesidad de que las organizaciones desarrollen estrategias de prevención y acompañamiento emocional sostenidas en el tiempo.
El lanzamiento de este estudio tuvo el objetivo de visibilizar la importancia de hablar de felicidad en el ámbito laboral y generar una conversación pública basada en datos. Lejos de reducir la felicidad a un ideal abstracto, propone abordarla como una dimensión concreta y transformadora del mundo del
trabajo.
Hablar de felicidad en el trabajo no es una consigna superficial. Es asumir que el bienestar emocional y la realización profesional son dimensiones interdependientes. El estudio lo deja claro: casi ocho de cada diez trabajadores creen que es importante que se hable de felicidad en el mercado laboral. Esto propone una agenda ambiciosa: poner a las personas en el centro.
Este primer informe es apenas el inicio de una conversación más profunda. Una que busca entender, con datos y sensibilidad, cómo se siente realmente quien trabaja en Uruguay.
Y, sobre todo, qué podemos hacer -empresas, líderes, instituciones- para que trabajar sea también una forma de vivir bien.
Porque, en definitiva, los líderes son los arquitectos del ambiente laboral:
cada política, cada decisión, cada conversación contribuye a construir -o deteriorar- ese entorno en el que las personas pasan gran parte de su vida. Asumir este rol con responsabilidad es clave para potenciar la felicidad y el bienestar en las organizaciones. Y, con ello, construir culturas que no solo midan resultados, sino también cuiden a quienes los hacen posibles.
– Gerenta General de ManpowerGroup