Pulso
14 de septiembre de 2023

¡Hablemos de Burnout!

Psicología

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El burnout es un trastorno que cobra cada vez más importancia por su impacto en la salud de los trabajadores. Su origen comienza en 1974 por Herbert Freudenberger, psicólogo estadounidense de origen alemán, quien trabajaba en una clínica para toxicómanos en Nueva York. Es en esa misma clínica que observa la pérdida de energía de forma progresiva por parte de los colaboradores, hasta llegar al agotamiento, presentando síntomas de ansiedad y depresión; mostrando desinterés laboral y conductas agresivas.  

A partir de sus estudios, se ha conceptualizado de diversas formas este concepto, pero todas concuerdan en que se trata de un estrés agudo o respuesta a las excesivas demandas laborales que presenta tres dimensiones: 
 

  • Despersonalización:  irritabilidad, actitudes negativas hacia otras personas, falta de motivación, cinismo, hostilidad. 
  • Agotamiento emocional:  pérdida progresiva de energía, desgaste, agotamiento físico y psíquico. 
  • Sentimiento de inadecuación y disminución de la realización personal: respuestas negativas hacia sí mismo y el trabajo, evita las relaciones interpersonales, baja productividad y autoestima, baja tolerancia a la presión. 
     

Este trastorno si bien afecta a todos los trabajadores, se ha estudiado que tiene mayor afección en aquellos trabajadores con trato directo con otras personas, sobre todo en el ámbito de la salud, pero también en la educación, y atención al público. 

¿Es lo mismo el estrés o estrés laboral que con el burnout?
La respuesta es negativa. Son tres conceptos distintos.  
Tengamos en cuenta que el estrés es una respuesta natural y necesaria para la supervivencia, aunque es un término utilizado con connotaciones más negativas.  
El estrés laboral es la respuesta física y emocional dañina causada por un desequilibrio entre las exigencias percibidas y los recursos y capacidades percibidos de un individuo para hacer frente a esas exigencias, pero de carácter temporal.  
En el caso del burnout, éste se sostiene en el tiempo generando consecuencias mayores en nuestra salud. El sujeto afectado por el burnout no puede volver a sus niveles normales o iniciales de funcionamiento otra vez. 
 
La Organización Mundial de la Salud define al burnout como: “una respuesta al estrés laboral crónico, integrado por actitudes y sentimientos negativos hacia las personas con las que se trabaja y hacia el propio rol profesional, así como la vivencia de encontrarse emocionalmente agotado” 
 

¿Cómo podemos prevenir el burnout?  
Cuidando los factores protectores del estrés y generando rutinas de sueños saludables.  Debemos mantener una alimentación equilibrada, realizar actividades físicas y de ocio que nos generen bienestar.  
Cuidar nuestra salud para que nuestro organismo genere mecanismos de protección frente al estrés. Y comprender que el trabajo es una parte muy importante de nuestras vidas, pero no olvidar que es una parte, ¡no nuestra vida! 

Lic. Ps. Tamara García 
Capital Humano