Pulso
18 de agosto de 2022

Prevención y acompañamiento en la depresión

Prevención

Close Up Of Holding Hands In A Sign Of Support

Licenciadas en Psicología Verónica García y Camila Freire

¿Qué es la depresión? 

Según la OMS (2021) la depresión es un trastorno de salud mental frecuente a nivel mundial, que alcanza una prevalencia estimada del 5% en adultos.  

El término depresión se utiliza para referirse a cualquiera de los trastornos depresivos, abarcando diferentes clasificaciones. Los episodios depresivos se pueden clasificar en leves, moderados o graves, teniendo en cuenta el número y la intensidad de los síntomas, así como también las repercusiones en cada persona. 

Síntomas asociados. 

Los principales síntomas que caracterizan a la depresión son: la pérdida de placer en actividades que previamente eran gratificantes, así como el estado de ánimo deprimido (tristeza, sensación de vacío o irritabilidad). Dichos síntomas deben presentarse de forma persistente, es decir, en la mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos dos semanas. El factor temporal es importante ya que permite diferenciar un cuadro depresivo de las respuestas emocionales reactivas a los problemas de la vida cotidiana o las variaciones habituales del estado de ánimo. 

Asimismo, existen otros síntomas asociados a la depresión, entre ellos encontramos los cambios en el peso, en el apetito o en el sueño; la fatiga o pérdida de energía que puede estar acompañada de un enlentecimiento psicomotor. A su vez, se suelen identificar sentimientos de culpa o inutilidad excesivos, dificultades en la concentración y toma de decisiones, así como los pensamientos recurrentes de muerte.  

Puede afectar a todas las franjas etarias desde niños, adolescentes, adultos y adultos mayores y producir alteraciones en actividades laborales, escolares y familiares, causando sufrimiento en la persona afectada y en su entorno. En los casos más graves, puede llevar al suicidio. 

Factores de riesgo y de protección. 

Existen múltiples factores que predisponen a cursar depresión.  

Entre ellos se destacan: 
– Factores biológicos y genéticos. 
– Antecedentes familiares y personales de patología psiquiátrica. 
– Situaciones traumáticas o estresantes, como maltrato físico o abuso sexual, un duelo. 
– Abuso de alcohol o de otras sustancias 
– Una enfermedad grave o crónica, como cáncer, un accidente cerebrovascular, dolor crónico. 
– Conflictos familiares, dificultades vinculares y problemas en la escuela, el trabajo, económicos. 
– Aislamiento social. 

Por otra parte, se destacan según la OMS (2022) los factores protectores que aumentan la resiliencia, como, por ejemplo: las habilidades socioemocionales, las interacciones sociales positivas, la educación y trabajo de calidad, entre otras.  

¿Qué puedes hacer si cursas depresión?  

Identificar que estamos cursando algunos de estos síntomas es un importante primer paso. Puede ser de ayuda compartir lo que estás viviendo con personas significativas que puedan apoyarte en este proceso. Es fundamental que sepas que existen tratamientos eficaces para tratar la depresión como son el tratamiento psiquiátrico farmacológico y la psicoterapia. Solicitar ayuda profesional y hablar con un profesional de la salud es prioritario, recordando que es posible sentirse mejor si se cuenta con la ayuda adecuada. A su vez existen líneas de atención gratuitas, en las cuales puedes solicitar apoyo desde cualquier punto del país, disponibles las 24 horas del día.  

  • Prevención de suicidio | *0767 / 0800 0767 
  • Apoyo emocional | *1920 / 0800 1920 
  • Línea drogas | *1020 / 2309 1020 
  • Línea de orientación y derivación de mujeres en situación de violencia doméstica | *4141 / 0800 4141 

¿Cómo acompañar a una persona que cursa depresión? 

  • Escuchar sin juzgar: Permitir a la persona expresarse sin minimizar o comparar lo que está viviendo es fundamental. Evitar las frases del estilo «No es para tanto», “Hay personas que la tienen peor”, “No te estás esforzando lo suficiente». En su lugar, mostrarse cercano y empático, validando las emociones de la persona puede ser de gran ayuda. Frases como “Estoy aquí para ti”, “Me importas” “Todo lo que sientes es válido” pueden favorecer un acercamiento con aquel que está sufriendo. 
  • Facilitar la rutina: Muchas veces, las personas que cursan una depresión presentan dificultades en realizar tareas que anteriormente realizaban con facilidad, como pueden ser las actividades diarias: cocina, limpieza, higiene personal, cuidado de otros. Es por ello que mostrarnos disponibles resulta fundamental, preguntándole@ de qué modo podemos ayudarlo, facilitando alguna de estas tareas ya puede constituir un alivio.  
  • Ser paciente: Acompañar a un ser querido transitando por una depresión puede resultar difícil de sostener ya que suele requerir un tiempo de tratamiento que puede acarrear altibajos. Por este motivo es importante reconocer nuestros límites al sentimos desbordados ante la problemática recurriendo a espacios personales y de cuidado en caso de requerirlos.  
  • Reconocer los pequeños logros: Identificar que ha habido cambios positivos por más pequeños que sean en este proceso, puede generar efectos motivadores en la persona y en el entorno, favoreciendo su autoestima.   

Resulta fundamental contribuir a la prevención de la depresión, estar atentos a la presencia de síntomas y factores de riesgo, así como también fortalecer los factores protectores, a fin de aumentar la resiliencia, creando entornos favorables para la salud mental.  

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